RESIDENCIA ARTÍSTICA 7

Chin-Chin es una propuesta escénica y sonora para dos cuerpos: una cantante y una DJ, que surge tras descubrir la nueva mixtape de la artista La Neni y el DJ set de Sara, bajo la dirección artística de Cristina. La pieza se sitúa en el cruce entre el concierto expandido, la instalación sonora y la performance, canalizando la energía del club para crear una experiencia íntima, envolvente y políticamente cargada. La propuesta se construye a partir del diálogo escénico-sonoro entre la DJ/Productora Sara y la Cantante/Performer Nora, utilizando composiciones musicales originales como eje dramatúrgico principal.

«Este himno lleva la palabra euforia” es una celebración con formas de delirio. Un universo que se despliega entre lo real y lo onírico, explorando la paradoja de la celebración en medio de la inercia. Una creación que coincide con el 30 aniversario de la compañía. La resaca emocional de una intensa experiencia da lugar a la reflexión sobre las expectativas y los fantasmas de la mediocridad. Revisar la verdad que nos ha sostenido frente a la incómoda presencia de lo que persiste en su desgaste.

«Entre mi cuerpo y yo. Llorona, llévame al río» es una pieza de danza contemporánea con música en directo. Un concierto a dos para un cuerpo, un cuerpo en el que habita el recuerdo de todo lo que fueron y el deseo: el deseo de ser otros cuerpos que no son el mío, el deseo de bailar a mis antepasadas para entender qué me mueve hoy, aquí y ahora, entre mi cuerpo y yo. Nos preparamos para un rito que podría repetirse una y otra vez, un movimiento cíclico que se sostiene gracias al pandero, la voz y el cuerpo.

Una investigación artística que proyecta el futuro de nuestra sociedad, utilizando conceptos clave que reflejan la transformación de la vida cotidiana y las identidades individuales. En un entorno urbano altamente desarrollado, esta narrativa explora cómo las experiencias estéticas y artísticas se entrelazan con la tecnología, dando forma a una realidad emergente y distinta.

BRUTIFUL es un proyecto transdisciplinar de investigación y reflexión que explora las posibles relaciones e interacciones entre el movimiento, el dibujo y el espacio escénico. Se expresa mediante la luz y el sonido, actuando como una herramienta para capturar un tiempo emocional.

“Danzar la voz o la iridiscencia primitiva de las emociones” es un proyecto de exploración que investiga las múltiples posibilidades del cuerpo para producir sonido, a través del tríptico movimiento/cuerpo/voz. Este capítulo forma parte de la investigación coreográfica titulada “El solo espontáneo del entusiasmo” y cuenta con la colaboración especial de Beñat Achiary, eminente referente del canto en Iparralde, reconocido músico, cantante y profesor.

¿Y si el cuerpo fuera el escenario de un experimento, y dicho experimento se manifestara en forma de preguntas? – Deborah Hay, Up until now.

Este movimiento busca ofrecer respuestas en presencia de su propia imposibilidad. Un movimiento que, al reconocerse, se interroga… y persiste en el deseo de encarnar esa duda.

Un espacio en el que la historia de vida de una reconocida artista recientemente fallecida es narrada y revivida por su ex pareja. Hablar de ella es mantener vivo su legado, llenando de detalles y recuerdos una casa vacía, transformándola en un collage desde donde contemplar el mundo con distancia y perspectiva. Paisajes de vida que emergen y se desvanecen como el humo.

Un personaje, en pleno trayecto de un viaje que quizá ya haya perdido su sentido, se detiene junto a sus pertenencias. En un instante de silencio, un eco de todas sus experiencias irrumpe en su mente: un amor, pesadillas, recuerdos, una lucha interna, un deseo de continuar, un anhelo de respirar.

Este viajero se da cuenta de que el tiempo, al igual que la vida misma, son constantes, pero su significado cambia de forma incesante. Camina soportando el peso de sus pertenencias, temeroso de desprenderse de ellas, aunque también siente la necesidad de aligerar su carga.

En los entornos de la danza, es frecuente escuchar la palabra «energía», un término que comprendemos claramente, pero que resulta difícil de definir, analizar y vincular con otros aspectos estéticos de lo escénico. Esta investigación pretende acercarse a la dimensión energética y a su potencial transformador mediante la escucha del cuerpo y desde el propio cuerpo.

El ejercicio regular de esta escucha, a través del movimiento, provoca un cambio en la relación con el propio cuerpo, que deja de ser una simple prolongación o un contenedor de nuestra mente para experimentarse ambos como un ser holístico e integral.

Del mismo modo, esa escucha sutil y profunda nos conduce a sentir y comprender la interconexión existente entre los cuerpos, difuminando las barreras que nos separan y disolviendo toda forma de individualismo.

Bailar la quietud y el silencio es bailar los sonidos del cuerpo. La escucha multiplica los sonidos del cuerpo – quiero escuchar y multiplicar mi cuerpo. Deshecho el cuerpo obvio. No sé qué hacer con él.